martes, 2 de octubre de 2007

SONAMBULISMO

Hace poco me encontré pensando en lo que quería y en lo que esperaba. De repente mi mente se lleno de un sentimiento profundo de no querer tener cerca de mi un montón de tontos “poetas” tristes, que lo único que querían era aparentar estarlo. No quería cerca un montón de tontos queriendo abrir sus venas y pintar sus ojos de negro para que el mundo viera lo triste de sus corazones. Fue en ese momento, pensando en esto que me di cuenta que no quería despertar mañana, no quería abrir mis ojos y ver de nuevo lo monótono, gris y algo desenfocado de todo. Fue en ese instante cuando decidí levantar mi cabeza y lo que vi fue el reflejo de mi rostro en el espejo, solo eso, solo yo y mi reflejo y mis ojos tristes y negros y mis venas abiertas y mi cabello revuelto y lagrimas negras cortando mi cara y ...

Abrí de nuevo la llave y moje una vez mas mi rostro con el agua. Fue en ese momento; justo cuando cerré mis ojos y el agua toco mi cara, cuando me encontré pensando que quizás mañana no quería ser yo, que quizás quería ser alguien mas porque ya estaba cansado de esta puta vida tan dura.

¡¡¡Pero cuál vida dura!!!

Abrí otra vez mis ojos mientras el agua bajaba por todas y cada una de las lineas de mi rostro, levante mi cabeza y aun estaba ahí, era yo, solo yo y mi reflejo en el espejo y mi corbata desanudada solo un poco y mi cabello perfectamente peinado y el cuello de mi camisa solo un poco mojado y lagrimas cruzándome la cara y ...

Baje una vez mas mi cabeza, una vez mas abrí la llave y una vez mas mis ojos se cerraron mientras el agua inundaba mi rostro. Fue en ese momento cuando pensé que ya no quería querer mas, que ya no soportaba mas tanto cariño adentro de mi y que no era capaz de aguantar la terrible presión que invadía mi pecho, como si en cualquier momento fuera a estallar.

¡¡¡Maldita sea, quiero tanto!!!

Me encontré pensando en lo viejo que estaba, en mi vida, en cuanto quiero, en lo que desearía ser, en lo que esperaba, en mi. Fue en ese momento cuando abrí mis ojos, mientras el agua solo caía en un vació interminable y cuando levante la vista ya no estaba, ni yo, ni mi reflejo, ni nada, solo vi oscuridad mientras mis ojos se abrían y yo despertaba de mi sueño. Al final allí estaba yo, al frente del espejo.

jueves, 26 de abril de 2007

El sueño de Simón


El sueño de Simón siempre había sido cantar, cantar en un grupo de rock igual a como cantaban sus rockeros favoritos. Toda su vida había querido sentir eso que se debe sentir cuando cien, doscientas o miles de personas están frente a ti cantando tu canción, sintiendo contigo, gritando contigo. Más de una vez de sus ojos brotaron lágrimas de tristeza solo con pensar, con imaginar un gran escenario que lo esperaba en algún lugar con cientos de personas ávidas de su música.


La verdad es que la voz de Simón no estaba nada mal y si a eso le agregamos que sabia tocar la guitarra, entonces él tenia al menos una oportunidad entre un millón de lograr su sueño y cada día de su vida se aferraba mas y mas a esa pequeñísima oportunidad. Pero a Simón no le importaba tener tan poca oportunidad, es más ni siquiera pensaba en eso, porque cada mañana al levantarse de la cama se daba más y más esperanza.


Suele suceder que unos amigos nos presentan a otros amigos y a su vez estos a otros más. Con esto solo quiero mostrar que no se como, pero Simón conoció a otros jóvenes con sueños similares al de él, jóvenes en cuyo corazón y mente solo había música igual que en el corazón y la mente de Simón. Quizás este hecho no necesariamente hubiera sido relevante en mi historia, ya que por razones extrañas de la vida al conocerse estos jóvenes no habría pasado nada especial aparte de crearse una nueva amistad o una simple relación de conocidos. Pero ¡NO!, el hecho si es relevante, porque desde el primer día en que se conocieron Simón y estos otros tres jóvenes se forjo algo mas que una simple amistad o relación de conocidos, lo que surgió ese día fue una hermandad, un lazo invisible para el mundo los aferro a uno del otro convirtiéndolos en algo mas que hermanos de sangre, si es que hay un lazo que pueda aferrar tanto.

Decidieron tocar en el garaje de la casa de Simón por puro placer, por pura satisfacción de sus cuerpos y mentes. Ese día la conexión entre ellos se hizo más que evidente, la música que resultaba de la improvisación de Carlos en la batería, Andrés en el bajo, Julián en la guitarra y Simón era simplemente glorioso. Nunca antes el rock había sonado con tal grado de perfección y mucho menos cuando los que tocaban apenas si tenían tiempo de conocerse. Todos cuantos pasaron por la casa de Simón aquel día, a aquella gloriosa hora sin importar cuales fueran sus gustos musicales no pudieron resistirse al encanto de la perfección musical. Aquel día, el primer día de la banda aun sin nombre, ya parecían estrellas. Todos los vecinos del lugar y otros tantos mas preguntaban por la banda, pedían firmas, hablaban de tocar en uno u otro lugar. Para Simón este fue quizás el día más feliz de su vida, ya que pudo ver como esa pequeñísima oportunidad de lograr su sueño, ese que había soñado tanto durante cada día de su vida se hacía cada segundo mas y mas grande y tanto crecía que paso de ser un sueño a una posibilidad real.

Ya no podía dormir, ni comer, ni vivir sin pensar en un gran escenario en alguna parte con miles y miles de personas esperándolo a él y a su banda.


En el siguiente ensayo la perfección llego a tal punto que el escuchar aquella música te hacía perder la noción de la realidad, era una droga mucho más poderosa que cualquiera conocida hasta ahora. Era morir sin dejar de vivir, era morir y resucitar tres minutos después en el éxtasis, un éxtasis ni siquiera comparable con el producido por un orgasmo. Todos los que caían bajo el influjo de aquellas notas eran presas de un incontenible, imparable e irrefrenable deseo de saltar, mecerse, danzar, bailar, de estremecerse. La masa de cuerpos convulsionantes se iba una cuadra más allá del garaje de Simón y solo se detenía cuando una canción finalizaba, pero no paraba en realidad, más bien quedaba toda la cuadra en un silencio expectante, como en un esperar mas, como en un ruego silencioso. Fue por esto que incluso después de terminar el ensayo, una hora mas tarde aun muchos no habían logrado volver en sí, se habían quedado como autistas, no habían querido volver a la realidad sino que mas bien prefirieron quedarse en su mundo de tranquilidad y paz, en ese mundo de perfección creado por aquellas notas celestiales.


La banda continuo tocando una y otra vez, haciéndose cada vez mas famosa, dejando por doquier gente ávida de mas y mas de su música, de su droga, de su muerte en vida.


El sueño de Simón se cumplió una noche de noviembre cuando él, Carlos, Andrés y Julián tocaron por primera vez en un escenario de verdad, con miles y miles de personas adentro del estadio y otros tantos por fuera que no habían alcanzado a entrar. Esa noche tocaron como nunca y mientras tocaban una canción tras otra las personas mas les pedían. Aquella gran masa de personas parecía absorber todas y cada una de las notas y entre más consumía mas quería.

El cerebro y el cuerpo humano son limitados al igual que el hombre en sí, por esto nadie adentro del estadio pudo resistir semejante sobredosis. Uno a uno fueron quedando inertes los cuerpos, convirtiéndose aquello en una gigantesca nube de almas convulsionantes con una música que mas parecía una droga, en un baile que mas parecía un ataque epiléptico, en una vida que mas parecía una muerte.


Pero ¡YO!, yo no pude llegar a tal grado de excitación, mi cuerpo no convulsionó lo suficiente y mi alma no dejo mi cuerpo para quedarse en éxtasis eterno. No, yo seguía allí parado mientras la banda dejaba de tocar. Fue por esto, que en un intento desesperado por lograr alcanzar la perfección, la dicha eterna, el éxtasis infinito, me abalance hacia Simón y de un mordisco en su garganta trate de arrancar sus cuerdas vocales, esas mismas que habían hecho de aquella música la perfección. Aunque trataron de impedirme adueñarme de ellas lacerando mi cuerpo, golpeándome una y otra vez, pateándome, ya no pudieron hacer nada. La vida de Simón fue consumida mordisco a mordisco por mí y su supuesta perfección fue tragada bocado a bocado.

Como había sido mi propósito, mi alma abandono mi cuerpo. Lo que no sucedió fue ese quedarme por siempre en ese éxtasis infinito que esperaba. Todo lo contrario, ahora mi alma vive encerrada día tras día, hora tras hora, en el interior de un montón de carne y huesos, un encierro en extremo nada agradable y alejado por completo del éxtasis eterno. Mi castigo por matar la perfección es toda una eternidad de vida.

TOMAS

Hoy me di cuenta de que es lo que me hace levartarme todos los dias a luchar,
hoy me di cuenta que ni las ganas de vivir, ni de salir adelante,
hoy me enteré que ni siquiera lo hago por mi mismo sino por
una necesidad de demostrarte que no quiero necesitarte mas,
hoy quizas por primera vez en mi vida me enteré que lo unico que deseo en este momento,
es dejar de depender de vos,
dejar de tener de tener esa red ahi debajo de mi que no me deja caer.
En este momento me he dado cuenta
que quiero saber si soy capaz de volar por mi mismo o si aun me falta y cuanto falta,
quiero que me dejes sentir lo que se debe sentir
cuando volamos por nosotros mismos o al menos cuando lo intentamos.
Quiero dejar de tenerte ahi esperandome para recivirme
y sentir como es que golpea el suelo.
Quiero ver si soy capaz de volverme a levantar
a seguir luchando por una causa que no sea el demostrarte que yo soy capaz de hacerlo solo.
Quizas sea estupido,
pero me es inevitable pensar que mi mayor es problema es tenerlo todo,
mi mayor problema es no tener que pensar en que va a pasar mañana conmigo
porque eso ya lo tiene alguien mas solucionado.

26-04-2007

Enero 2007

Quince minutos te espere y no llegaste, me desespere.

En general suelo deseperarme muy pronto, a pesar de que siempre llego tarde. No me gusta esperar, por nadie, a pesar de eso y de que me enoja el esperar siempre me quedo porque de pronto llegan.

Debe ser por eso que no me fui y continue esperandote, mirando el reloj impacientemente y mirando a todos lados como para ver si te encontraba.

A pesar de todo no llegaste, te espere y no llegaste, quince, veinte, treinta incluso cuarenta y cinco pero no llegaste.

No se quizas alla sido mejor asi, tal vez lo mejor sea que nunca llegaste conmigo, porque si te espere tanto quizas no alla sido porque queria verte, sino solo para reprocharte en tu cara que te habias tardado demasiado y que ya no importaba, que yo me iba y que era tu culpa y no mia, que yo te habia esperado pero que vos me habias dejado.

Antes del 2006

Tengo tendencia al miedo, a la muerte, al desespero, a la soledad, a la tristeza. Tengo tendencia a tener miedo de vivir , de vivir mal, de no sentir, de no hacer lo correcto, de no ser lo que esperas, de no ser lo que espero, de no vivir en realidad.

Desgraciadamente tengo tendencia a pensar, a pensar siempre y no actuar, a racionalizar mi vida y no sentirla, a convertirla en una idea y no en un hecho, a volver todo un problema de moral o de creencia, tengo ese gran problema de ser solo eso, una tendencia y nada mas, un ensayo, una prueba, un intento solo eso.


Noche oscura, luz de luna y una canción en el aire.

Un suspiro y un pensamiento en la mente,

la lejania, el no tenerte cerca y la triste sospecha de que jamas fuiste mia.

Sin embargo aquí estas ahora, entre la noche oscura, la luz de la luna y una canción de Pink Floyd.

La noche oscura como tu cabello negro y largo, la luz de la luna un poco menos intensa que el resplandor de luz que siento cuando pienso en ti y la canción que hizo que te recordara, que me removio las entrañas y saco tu recuerdo del lugar al que lo habia enviado para que no me doliera mas.Maldita o bendita canción que me revivio tu recuerdo, tu recuerdo escondido en lo profundo de mi mente y que ahora aflora dolorosamente por culpa de una canción.



viernes, 20 de abril de 2007

A MEDELLIN

Mi historia comenzó hace 4 años cuando me cautivaste con tus altos edificios, tu metro serpenteante que te recorre de lado a lado, tus bellos parques y sobre todo, tus universidades repletas de conocimiento y de sueños.

Vine a ti como un bebe recién nacido, inocente, inexperimentado, con todas las ilusiones, sueños e ideas puras como los de una virgen, con el único objetivo de alcanzar metas que solo aquí contigo podía hacer realidad.

Pero nada de eso te importo, no te preocupaste por pensar en mi inocencia y candidez; todo lo contrario, te aprovechaste de ella y me corrompiste, me lanzaste a tus calles y me inyectaste alcohol en las venas, llenaste mis pulmones con humo de cigarrillo y marihuana, convertiste mi amor y cariño en sexo y llenaste mi cabeza con ideas locas de anarquismo, sucia política y poesía maldita. En tus calles conocí el amor que se paga por horas, el dinero que se gana con el filo del cuchillo, el miedo de andar solo en tus calles y el respeto que infunde un 38.

Gracias a ti me levanto cada mañana odiándolo todo y a todos, porque me mostraste tu cielo artificial y luego me dijiste que eso era lo que no debía hacer si quería ser alguien en la vida. Gracias a ti no siento amor más que por mi mismo, perdí el temor a la muerte y aprendí a usar a los demás en mi beneficio para luego desecharlos. Mas de una vez he llorado mientras me digo a mi mismo que hubiera sido mejor nunca conocerte, así tal vez aun sería ese joven sonriente, ese pueblerino soñador que solo quería ser un gran ingeniero para que su padre se sintiera orgulloso de él.

Pero ahora, después de que tomaste mis sueños y te los tragaste, me confundiste y mataste mis ilusiones, ahora ni siquiera he vuelto a ver el azul de tu cielo, tus flores me huelen a mierda, el maldito ruido de tus calles me perfora el cerebro y tu aire se me antoja pestilente como el olor de un gran baño publico.

Te odio porque te conozco. Al principio te muestras bella e indefensa, atraes a tus presas con tu fingida inocencia y luego los envuelves en tu manto de perversión y degeneramiento. Te conozco, porque yo soy uno de esos a los que atrapaste, me deje envolver en tu manto y barriste tus calles con mi cuerpo. Me hiciste dormir en tus orines y tu vomito para luego despertarme con el sol en la cara y mostrarme lo poca cosa que era.

Medellín tacita de plata, tierra de flores, villa del aburrá, tu no eres eso que todos creen, te conocen solo por tu metro, por tus gordas de botero, la Universidad de Antioquia, el edificio coltejer, pero no solo eso eres tú, yo te conozco y sos mas que eso, sos el centro, tus barrios, los bares de mala muerte donde diviertes a tu gente, tus adivinadores de la suerte, tus prostitutas en las esquinas, tus estudiantes con ojeras del tamaño de sus orejas, tus buseros mala clases, tus colegialas que seducen a tus oficiales de policía, tus jovencitos ávidos de sentir el mareo que produce un porro, todo eso y mas sos vos, solo que no querés que nadie lo sepa, solo que siempre mostrás la parte bonita e inofensiva.

Te odio mas que a nada en el mundo, aunque quizás te odio tanto porque te amo y si te amo debe ser tal vez porque gracias a ti aprendí a pensar realmente, a ver el mundo de otra manera, a poner los pies en la tierra y vivir con la realidad. Aprendí a escribir y a decir lo que pienso sin importarme lo que digan los demás. Gracias a ti, le perdí el miedo a la muerte y deje de pensar en el suicidio porque me hiciste temerle al dolor. Tal vez ese odio que creo sentir hacia ti es mas bien amor y gratitud por haberme mostrado el mundo con toda su belleza y fealdad, por no haberme dejado morir sin haber vivido realmente, por mostrarme el amor así haya sido solo por un instante.

Gracias, gracias Medellín por recibirme en tus brazos, por acogerme y también por reprenderme, por permitirme sentir que soy tu hijo, tu hijo adoptivo al que le mostraste todos los caminos que podía seguir en la vida y al que le diste a escoger el que quisiera.

Mi historia no finaliza aquí porque no tiene fin, se repite una y otra vez en la vida de esos que comienzan a conocerte; solo procura no ser tan dura con ellos como lo fuiste conmigo y muestrales el camino de forma que no lleguen a pensar en odiarte como lo hice yo.


TOMAS

jueves, 19 de abril de 2007

ROSAS ROJAS (Cuento corto)

ROSAS ROJAS

En mi mano derecha un ramo de rosas, rosas rojas porque según Ana, una amiga mía, las rosas rojas son señal de aprecio, de cariño. En mi mano izquierda un cigarrillo, ese vicio de universitario que se hace mas intenso cuando estoy estresado o preocupado.

Estoy aquí, parado en una esquina de la calle de siempre esperándote, y mientras lo hago cruzan por mi mente recuerdos e imágenes. Como la primera vez que te vi y las razones por las que me enamoré de ti. Recuerdo como ese día en esta misma esquina desde lejos vi que te acercabas y vi como tu cabello semiondulado ondeaba sobre tus hombros a causa del viento, vi como tus ojos verdes brillaban como un par de reflectores que iluminaban toda la calle, vi tu rostro de facciones delicadas sin llegar a ser infantiles sino mas bien con un cierto toque pícaro que te hacia parecer un hibrido entre ángel y demonio, también vi tus pechos que se erguían hacia el cielo desafiando las teorías de Newton, esos pechos que sin ser muy grandes ni muy pequeños me hacían pensar cada vez mas en la perfección de tu figura. Pero no fue solo eso, recuerdo también tu olor, un olor cítrico, como a toronja, como a naranja, un olor que parecía emanar de ti. Y es tú eres así, ni muy seria, ni muy divertida, ni muy linda, ni tampoco muy fea, ni muy dulce, ni muy agria.

Recuerdo el color de tu piel, no era blanco como el marfil o como blancanieves, ni tampoco oscuro como el ébano, era más como tú, un punto medio, casi como el color del caramelo o del pan recién horneado.

Recuerdo como sudaba yo aquel día mientras esperaba que pasaras como lo hacías a diario. Sudaba, temblaba y casi me arrepiento de enfrentarme a ti y decirte cuanto me gustabas. Recuerdo que cuando pasaste frente a mi, te mire a los ojos, esos ojos verdes como esmeraldas, con vos temblorosa solo pude balbucear mi nombre y decirte que desde la primera vez que te había visto había querido conocerte. Recuerdo como si hubiera sido hace solo un momento, como sonreíste, esa sonrisa tan difícil de describir por que es que es difícil describir la perfección, me dijiste que te llamabas Victoria. Igual que la reina pensé y solo pude sonreír al pensar que justamente eso eras para mí, mí reina.

Después de ese día nos seguimos viendo y ahora estoy yo aquí esperándote, las rosas en una mano y el cigarrillo en la otra. Esperándote igual que esa primera vez, con la diferencia de que ahora te siento mía, mía y de nadie más.

Ya te veo venir y me parece estar viviendo una vez mas ese primer día. Creo estar viendo tu cabello ondear con el viento, tus ojos verdes iluminar la calle y me parece estar sintiendo tu aroma cítrico igual que aquella vez.

Me aferro fuertemente al ramo de rosas mientras tiro a un lado el cigarrillo aun por la mitad, bajo un momento la cabeza y cierro mis ojos, como para aclarar la mente, como para tener el valor de mirarte. Cuando levanto de nuevo mi cabeza estas ahí, justo en frente de mí. Una lágrima sale de mis ojos y cruza mi rostro mientras coloco el ramo de rosas sobre tu féretro, rosas rojas como símbolo de mi amor por ti, pero solo es una lágrima la que derramo porque a pesar de que para todos hayas muerto, para mí sigues aquí, porque no puedes irte hasta que yo te lo permita, por el simple hecho de que ya no eres tuya sino mía, para siempre mía y de nadie mas.

Escrito para Victoria, a quien voy a querer siempre.

TOMAS