miércoles, 11 de febrero de 2009

Siento ganas de destruir el mundo,
de ponerlo entre mis manos y cerrarlas con la fuerza que me da la rabia que me sale desde las tripas,
no desde el corazon ni el alma porque no los tengo,
tengo ganas de sonreir mientras mis manos se cierran sobre su cuello
y mis dedos se entierran en su piel,
mientras desgarro su carne y mi piel se entremezcla con la suya.
Se me llena la boca de saliva mientras lo pienso,
las pupilas se me dilatan y el pulso se me acelera
de solo pensar en su sangre hirviente bajando por entre mis manos,
de solo imaginarme el sentir el pulso de su cuerpo justo ahí en mis dedos.
Hoy siento ganas de destruir el mundo como Alexander,
tengo ganas de matar judios, gringos, negros, chinos, japoneses, indigenas,
niños y mujeres, ancianos y madres.
Quiero sentirme como la basura del mundo,
quiero que me odien, que me golpeen en la calle,
sentir su ira, sus sentimientos mas perversos,
para hacerlos mios....


En el pasado los hombres eran criados preparandolos para las batallas,
para la confrontación del hombre con el hombre,
para la conquista del mundo como su objetivo máximo,
hoy en cambio no somos mas que un montón de guiñapos,
criados para vivir bajo el miedo,
para estar debajo de, despues de, para ser remedos de hombre.
Por esto te pido que me disculpes si no te digo que te amo,
si no te digo cosas tiernas en publico,
disculpame si alguna vez sientes que soy demasiado frio contigo.
Lo que pasa es que no me puedo dar el lujo de que me vean flaquear,
no puedo permitir que piensen que soy debil,
no puedo permitirme que pierdas el respeto hacia mi
y que sientas que no puedo protegerte, no me juzgues por favor
es que siento que debo cuidar de ti.
Por favor no me dejes solo,
porque aunque parezca que nadie me importa,
tu si, tu eres lo único que me importa y necesito que me entiendas.
Necesito que me abraces y me tranquilices porque solo tu puedes,
solo contigo me siento mejor persona,
solo cuando estas cerca a mi siento que tengo que deferderme de todo,
siento que puedo confiar.
Por favor entiende que debo ser fuerte,
calculador, incluso frio. Que no puedo dejar que me veas titubear,
entiende que te necesito
porque eres lo que no me deja transformarme en un monstruo.
Tu eres lo dulce, lo calido,
eres la palabra adecuada en momento justo,
eres el beso y abrazo que me devuelven la vida y la cordura,
eres ese estar ahí en silencio que me calma y me acompaña,
eres una sonrisa a cada instante.
Al final tu eres mi balance, lo que me hace feliz.